«El dolor mental es menos dramático que el dolor físico, pero es más común y tambiém más difícil de soportar». C.S. Lewis
Ejemplos de ésto son los problemas de Ansiedad (Estrés, Estrés Post-Traumático, Fobias, Ataques de Pánico, Obsesiones, Compulsiones), Depresión y Estados de Ánimo, Autocontrol (Inestabilidad, Impulsividad…), Miedos, Alteraciones del sueño (Insomnio, Pesadillas, …), Trastornos Alimentarios, Dificultades en las relaciones sociales (Familiar, Pareja, Laboral).
Ejemplos de ésto son los problemas de Ansiedad (Estrés, Estrés Post-Traumático, Fobias, Ataques de Pánico, Obsesiones, Compulsiones), Depresión y Estados de Ánimo, Autocontrol (Inestabilidad, Impulsividad…), Miedos, Alteraciones del sueño (Insomnio, Pesadillas, …), Trastornos Alimentarios, Dificultades en las relaciones sociales (Familiar, Pareja, Laboral).
Desde esta terapia los síntomas no son entendidos como algo negativo a eliminar, sino como forma de expresión de algún desequilibrio en cualquier aspecto de la persona: relacional, físico, mental, emocional e incluso espiritual. Durante el proceso estos síntomas disminuyen o desaparecen y se aumenta el equilibrio .
Otras situaciones que trato son, procesos de Duelo (pérdida de empleo, pérdida de relación, pérdida de un ser querido, pérdida por suicidio…), Traumas (abuso o abandono en la infancia, violencia de género…), Crisis Vitales. Estas situaciones generan en ocasiones, mucho malestar, complejas emociones, y sintomatología más o menos incapacitante.
Testimonio:
«Esta terapia llegó en un momento en que estaba bastante hundida y cambió muchas cosas. Aportó mucha seguridad, equilibrio y control de mí misma y de mis emociones. Hizo que yo sacara cosas que estaban dentro de mí y que no veía, porque solo veía miedo y oscuridad.
La terapia con Noemí me ayudó a superar los miedos y verlos de otra manera, y descubrir en mí algunas cosas que antes no sabía que estaban dentro de mí. Me ayudó a crecer, a confiar en mí y en mi capacidad de superar esos miedos. Descubrir ese silencio que está exteriormente pero que da paso a cosas nuevas dentro de tí que son muy bonitas también, que van dando paso a sentimientos que no conocía. Crecer como persona fue lo principal, pero cuando afrontas tus miedos ese crecimiento viene automáticamente, eso fue lo que me paso a mí.
Me aportó coraje, fuerza, determinación de luchar por lo que quería y ser feliz y no detenerme por miedo. Y ahora después de cuatro meses que finalicé la terapia todavía uso lo que aprendí en sus sesiones y lo usaré siempre, para encontrar el equilibrio en situaciones complicadas de mi vida.
Una vez que has aprendido a usar el mandala, no sé cómo explicar, viene solo, viene de dentro de ti…, y mientras más lo haces, más notas sus efectos, pero son difíciles de explicar, es una experiencia que hay que vivirla. En la primera sesión yo no entendía mucho y no veía qué me iba a aportar todo eso, cómo me podía ayudar esos dibujos. Pero en el segundo contacto ya fui viendo qué hacía falta. Y me sentí muy agradecida y alegre de haberlo descubierto, y ver que dentro de mí hay un arcoíris. AUTENTICIDAD.»