Un alto porcentaje de quienes acuden a mi consulta lo hacen por diferentes motivos o sintomatología, pero se va descubriendo en el proceso que el origen está en una situación de violencia vivida, ya sea a manos de su pareja (lo más habitual), familiar, compañero o desconocidos. Pero lo que ocurre en las mayoría de estos casos es que se normaliza la situación de violencia y no se relacionan los síntomas o trastornos (depresión, estrés postraumático, sentimientos intensos de culpa, miedo y vergüenza, alta ansiedad, desordenes en alimentación y sueño,…) con la Violencia.
Se entiende por Violencia de Género cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal.
Es importante destacar aquí que en muchas ocasiones como no ha habido golpes no lo consideramos violencia y no es asi, la violencia psicólógica, en forma de amenazas, insultos, desvalorizaciones continuas tienen unos efectos mas devastadores en quienes lo sufren.
Es necesario que el abordaje piscoterapeutico tengo un enfoque claro y trate a la persona en el contexto de la violencia de género, entendiendo la sintomatologia, emociones y comportamiento como resultado de la situación de violencia.
Testimonio:
«Acudí a la primera sesión de terapia con bastantes dudas y escéptica, pero a medida que ivamos avanzando fui descubriendo varias cosas en mi, en cuanto a lo personal y terminó siendo una caja de sorpresas. Esas sorpresasfueron el descubrimiento y el poder enfrentarme a mi misma, poder ver las diferentes facetas de mi personalidad. En un principio no me gustó por que estaba viendo esa parte oscura que no queremos ver de nosotras mismos, y claro, a ti no te gusta ver lo que no te gusta de ti y tratamos de ocultarlo. Pero después lo acepté, y dije ¿por qué? Porque me tengo que sentir así si esa soy yo realmente.
Cambios experimentados: Fue un crecimiento como persona y como mujer. Adquirí mas seguridad, empoderamiento y me ha ayudado a tomar mucha conciencia de lo que hay a mi alrededor, de donde estoy, en mi presente y en el ahora, sin estar recordando las cosas que me pasaron en el pasado ni preocupada por el futuro. Y otra cosa muy importante para mí que me ofreció esta terapia con Noemi a través del trabajo con mandalas, es el amor, pero el amor a mí misma y el respeto a mí misma. Esto se ha traducido en mi vida en que la gente nota el cambio en mí, me dicen que estoy más radiante, creo que es porque estoy más tranquila conmigo misma irradio eso, y luego que la gente quiere estar y compartir conmigo, me buscan para ayudarlos. Y eso antes no me pasaba. Yo veo en mí que soy más decidida. Cuando tengo que decir no, lo digo, antes no, ya sé en qué momento decir sí y momento en decir no. A mí me ha ayudado mucho.»